martes, 8 de mayo de 2012

Es-3. Punto y seguido.

¿Pensar lo que uno siente?
¿Sentir lo que uno piensa?
Lanzarse en salto mortal sobre mar embravecido de dudas sin calma, cuyas espinas horadan punzantes la piel del alma.
Mostrar preciosa locura cuando la cordura es incómodo trono.
Melodía perfecta surgida en un violín desafinado. Platos sucios en la pila de la
inconstancia. Caos de propósitos acumulados en un síndrome de Diógenes interno.
Luchar contra uno mismo y vencer en retirada.
Caer y levantarse. Todo, en el verso de una mañana.
Resbalar en ilógicas decisiones vertidas sobre un suelo de dudas.

Pensar lo que uno siente
Sentir lo que uno piensa
Intentar ser feliz, morir en el intento y resucitar al nacer una sonrisa sin esperar tres noches.
Renacer al sentir el aroma de ese beso, que vela tus sentidos cuando duermes.
Deseos soñados que, como arena, escapan entre unos dedos rígidos que no responden.
Quiero, mas no puedo querer.
Puedo, y no encuentro razón.
Y aun sabiendo lo que quiero
no puedo sentir más miedo.
Versos sin rima, risa fingida, llanto en el corazón.

Y al fin, ¡¡una explosión interna
que culmina un descenso
que se eleva por fin en titánico intento!!
¡¡Estallido fugaz de mil esperanzas de un genio!!
¡¡¡ ... !!!

¡Pensar lo que uno siente!
¡Sentir lo que uno piensa!
¡Y soñar!
¡Y vencer!
Soñar lo que otros tienen
¡E intentar mantener
la calma!
intentando retener...
no dejando de luchar...
y tener...

y finalmente, cargar
con un saco de pesar
al saber que al fin, tienes...

...tienes lo que no sueñas.

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